Era un día patriótico para el hincha de River. Un momento especial. El regreso de la alegría, el retorno de un prócer a su tierra... En la vuelta de Ramón Díaz al monumental, la Banda tuvo algunos síntomas de orquesta y dio a su gente el mejor de los regalos ante un Estudiantes que venía golpeado.
Rapidito nomás, hubo que largar el festejo. Una jugada elaborada entre Ariel Rojas y Leonel Vangioni que terminó en una volea de pique al piso de David Trezeguet. El francoargentino y su reencuentro con el gol para que el Millo se pusiera arriba y diera paso al delirio, con el Pelado y compañía como principales espectadores.
Diego Cagna había declarado post derrota con Tigre que sus jugadores no habían puesto actitud y, si bien no fue gran cosa, Estudiantes intentó reaccionar. Tarde, pero seguro, se plantó en campo de River. Aunque sin lastimar demasiado a los de Ramón, quienes con la salida de Manuel Lanzini (en su lugar hizo su debut Juan Manuel Iturbe) perdieron la posesión de la pelota.
En un final a puro nervio, el Millonario aguantó y consiguió tres puntos importantísimos. Empezó a transitar ese camino que reclamaba su técnico para hacerse fuerte de local, sigue puntero junto a Lanús (falta que juegue Atlétio Rafaela, que también podría alcanzarlos) y goza de un comienzo más que prometedor.
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