El Estadio Centenario de Montevideo. Escenario mítico de la Libertadores, de batallas y de epopeyas coperas. Escenario del que, esta vez, se apropió Vélez: el Fortín, cerca del final, le ganó 1-0 a Peñarol con un golazo de Pratto y alcanzó al Manya como líder del grupo 4 de la Copa.
En una parada brava, el Fortín sufrió en la primera parte por partida doble. Primero, por no hallarse en el campo de juego: con apenas pocos pasajes de tenencia de pelota, padeció algunas aproximaciones del local a través de tiros libres y córners. Y segundo, por Fernando Gago: el volante salió lesionado a los 30' encendiendo las luces de alarmas.
En el complemento, Vélez sí demostró en Uruguay su receta argentina. Con toque criterioso y buena ubicación, su mediocampo empezó a crecer de la mano de Insúa y el acople de las bandas con Peruzzi y Papa. Peñarol, empujado por su gente, fue apenas eso: empuje. Falto de ideas en ofensiva, la garra charrúa no fue inconveniente para Vélez. Y así, el visitante se fue animando...
Primero Insúa, con un remate cruzado que le tapó Bologna. Luego Cerro (antes debería haber sido expulsado), provocando un penal que el árbitro no cobró. Y, finalmente, Pratto: el goleador que tiene el Fortín aprovechó un gran desborde del colombiano Copete (buen ingreso) para definir bárbaro abajo y decretar el 1-0 en Uruguay.
Con los tres puntos, Vélez se va a seis y alcanza el primer puesto de Peñarol, también con dos victorias. Emelec puede sumarse al lote de punteros si vence a Deportes Iquique, pero esa es otra historia: el Fortín ya escribió la suya en el Centenario, en ese estadio donde los equipos se reciben de ganadores. Los de Gareca mandaron un mensaje desde Uruguay.
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